lunes, 20 de junio de 2011

Suspiro.

Mira una y otra vez la esquina inferior derecha de la pantalla de su portátil. Nada. Suena de fondo un tono que avisa que alguien le abre conversación. Pero no es ella. Suena, pero es un sonido vacío. Resuena en su pecho y en su cabeza, recordando ese tono a cada minuto. Mira tuenti. La había echado de facebook. Se habían conectado desde un punto perdido en Gran Bretaña. Mierda. Un grupo de mariposas revoloteaba en su estómago. Y mientras, sigue sentada, seria, frustrada.