Por lo visto todo iba perfectamente:
nadie sabía nada, nadie preguntaba,
nadie.
Podía estar en el hospital ingresada
contando las gotas de suero que caían.
Nadie se enteraría.
Tarareando una triste balada o quizá
una sinfonía, como siempre "dolce".
Nadie comentaría, todo quedaría en familia.
Nadie iba a leer.
Nadie preguntaría la hora,
sumida en la nada más absoluta.
jueves, 19 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
Fíltralo.
Respirar
el aire fresco de la mañana
y pensar que todo vuelve a empezar
una vez más,
que el mundo es otro lugar,
aunque siga siendo el mismo
lugar de siempre
y sigan pasando las mismas cosas.
Respirar
el aire fresco de la mañana
–ya no hay niebla que caiga
como amenaza sobre esas cosas–
y olvidar que eres un día más viejo,
igual que el mundo,
y apartar la idea de la muerte
de tu cabeza
aunque sólo sea por unos instantes.
Respirar
el aire fresco de la mañana,
sentir envidia de los pájaros
y decirte: tengo que volver a escribir.
No sé por qué no estoy escribiendo
ahora, maldita sea.
Escribiré cualquier cosa,
aunque sea un poema
de mierda
como éste.
el aire fresco de la mañana
y pensar que todo vuelve a empezar
una vez más,
que el mundo es otro lugar,
aunque siga siendo el mismo
lugar de siempre
y sigan pasando las mismas cosas.
Respirar
el aire fresco de la mañana
–ya no hay niebla que caiga
como amenaza sobre esas cosas–
y olvidar que eres un día más viejo,
igual que el mundo,
y apartar la idea de la muerte
de tu cabeza
aunque sólo sea por unos instantes.
Respirar
el aire fresco de la mañana,
sentir envidia de los pájaros
y decirte: tengo que volver a escribir.
No sé por qué no estoy escribiendo
ahora, maldita sea.
Escribiré cualquier cosa,
aunque sea un poema
de mierda
como éste.
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