miércoles, 23 de julio de 2014

Sueños, cristales, corazones.

Vas a coger un vaso para echarte un poco de agua y se te resbala de los dedos, chocando con la encimera de granito gris, dejando una estela de pequeños y diminutos pedacitos cristalinos en la vitro, en la encimera, y cómo no, en el suelo. Qué torpe eres, has roto el vaso. Ahora te toca recoger los pedazos, que es lo más difícil, ya que por muchos cristales que metas con la escoba en el recogedor sigues escuchando chirriar otros muchos que se han pegado a la suela de tus chanclas. Cristales desparramados por toda la cocina, llegando incluso hasta el cacharro del agua del pobre gato.
Se lo limpias, le cambias el agua, y corre hacia donde estás, no sabes si para estar contigo o por refrescarse un poco. Intentas echarlo de allí para que no se corte, aunque parece darle igual porque sigue insistiendo, así que tienes que acabar encerrándolo en la habitación de enfrente para poder arreglar en la medida de lo posible el estropicio que has formado. Y claro, como estás sola, piensas.

¿Por qué el gato sentía tal afecto hacia el erizo? El erizo, por fuera cubierto de pinchos, una auténtica fortaleza; pero por dentro es tan refinada como ese animal, engañosamente indolente, tremendamente solitario y terriblemente elegante. Aunque no suela demostrarlo en su totalidad. Por otro lado, el gato. Quienes no los conocen dicen que son pretenciosos. Yo creo que es más bien curiosidad, aunque tal vez posean las dos cualidades.
Seguiría un poco más con la incertidumbre, sin saber durante cuánto tiempo más, y sin olvidar nunca dos cosas. Ella era un erizo, y la curiosidad mató al gato.

sábado, 19 de julio de 2014

Querido,
espero que te encuentres bien. Todo va bien por aquí, tengo mis rutinas. El clima se soporta, ha refrescado un poco pero no nieva. El agua del mar sigue cálida, lo que significa que hay una gran variedad de vida marina. De hecho, ayer vi un grupo de delfines jugueteando por la costa, tan cerca de mí que casi pude tocarlos. Son el tipo de cosas que creo que disfrutarías. Aunque eso ya no importa, volviste a huir para luego volver. ¿Cómo lo hubiera sabido? Pensé que te habías vuelto a ir para siempre. No pensaste en mí. Bueno, en realidad, casi nunca lo haces. Eres difícil y agotador, y tal vez no quiera pasar el resto de mi vida esperando ser tu cómplice. ¿Alguna vez has pensado en eso? Piensas que sabes lo que me vendría bien en la vida pero llevas sin formar parte de ella dos años.

Los hombres se quiebran cuando se sienten traicionados. Tal vez seas muy celoso, inseguro y pedante, pero no puedes olvidar un detalle, la vida son dos días y ninguno cae en sábado.

viernes, 11 de julio de 2014

Yo, tú, los de siempre, nosotros.

Un día te despiertas de un sueño raro y te replanteas la vida, por enésima vez.
Te planteas por qué te disparan en los sueños, por qué todas tus heridas son en el lateral izquierdo de tu costado, por qué te desangras y cómo es posible que la hemorragia se corte y la herida cicatrice tan rápidamente. Tal vez porque tienes una gran fortaleza interna.
Piensas que esta última semana ha servido para crecer como persona, desilusionarte y volver a coger tus sueños con el doble de ganas. A partir de hoy, vas a por todas: los 'no sirvo para esto' y 'no puedo' ya no te valen. Vales. Puedes. Punto. No eres la mejor, pero puedes tratar de serlo. Mientras tanto, aprende de los mejores. Has metido cabeza, que es lo más difícil. Tu único obstáculo eres tú misma, así que eso no puede ser un impedimento. Tú puedes con todo.
Además, acabas de leer a la mejor escritora juvenil de pelo rizado del mundo y has acabado tu lectura con una sonrisa de oreja a oreja. Y es tu último día siendo menor de edad. Y Extremoduro de fondo. 

Tú tan tú, yo tan yo, nosotros tan... los de siempre. Los que no cambian, pero a la vez van cambiando. Todos sufrimos cambios, es inevitable. Sería demasiado aburrido estancarse y seguir siendo la misma de siempre. Por otro lado, sigues siéndolo. Es ambiguo, pero tú te entiendes. Ahora el viento corre a tu alrededor. Has perdido el eje, pero no es malo. El sol también sale y se esconde de algo.

¿Cómo te trata la vida?

sábado, 5 de julio de 2014

Hoy te odio, mañana quién sabe.

Has bebido tanto de mí que ya no distigues lo ajeno de lo propio. Olvida mis típicos tópicos, mis lecciones filosóficas y mi ilusión. Ya no me queda ilusión. Se esfumó. No hay esperanza, me da igual, no sirvo para esto. No estoy hecha a medida para valer, ni siquiera a ti, porque no he sido capaz de superarme a mí misma. Estoy indignada, para variar.

 'Cría cuervos y te sacarán los ojos', 'Dos mentes piensan más que una', decían. ¡Al cuerno con las mentes! ¡Al diablo con los 'hay que follarse a las mentes'! Estoy harta de esa frase. ¡No! ¡Estoy harta de toda esta puta mierda!

 Quizá mañana todo cambie, o tal vez pasado, o al otro, pero esta noche ninguno, ninguno de nosotros, vale nada.