jueves, 19 de junio de 2014

Te mereces un poeta.

Ars, artis.  τέχνη.  فن . 艺术 . Artea. Art. Kuns. Sanat. Aworan. Arte.

Tantas palabras con un sólo significado que a su vez encierra multitud de términos. El Arte es algo tan ambiguo y tan complejo que gracias a él puedes expresar cualquier sentimiento, cualquier emoción, tu visión del mundo. Algo complicado. Algo para superarte a ti mismo. Tal vez por eso decidí hacerme artista.


Pero, ¿qué pasa cuando el arte se personifica en alguien? Conoces a alguien con el pelo y las manos impregnadas en arte y te planteas cómo volver a pensar que tu día a día es el mismo. Te empapas de arte con cada palabra, cada siseo, cada mirada, mientras te roza las mejillas sin que puedas siquiera respirar. Te limitas a escuchar, asentir, sentir, sonreír a destiempos. Observas, callas, hablas. Miras al horizonte, pensando que Ítaca se asoma por donde no te alcanza la vista y que Ulises evitó a Caribdis y Sirenas varias por volver a ver a Penélope. Ella mientras, se entretiene tejiendo y destejiendo por la noche, hilando y deshilando tapices y pensamientos.


No sé qué quiero decir con esto. Me dijeron que acabaría quemada, pero nunca he estado tan cerca de alguien como para quemarme.

'Enamora a un poeta, y te hará inmortal.' 

¿Y qué pasa con los artistas?

jueves, 12 de junio de 2014

Que no llevan a Roma.

La Habana, Londres, Fez, Valencia, Lorca,
Nápoles, Buenos Aires, Sinaloa,
Guanajuato, Madrid, Gijón, Menorca,
Ronda, Donosti, Marrakech, Lisboa,

Cádiz, Granada, Córdoba, Sevilla,
Úbeda, Vigo, Táger, Zaragoza,
Cartagena, Vetusta, Melipilla,
Montevideo, Cáceres, Mendoza,

Macondo, Esparta, Nínive, Comala,
Praga, Valparaíso, Guatemala,
Samarcanda, Bagdad, Lima, Sodoma,

Liverpool, Tenerife, Petesburgo,
Nueva Orléans, Atenas, Edimburgo,
cien caminos que no llevan a Roma.

sábado, 7 de junio de 2014

Los placeres prohibidos, LC.

No decía palabras,
Acercaba tan solo un cuerpo interrogante,
Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe,
Una hoja cuya rama no existe,
Un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
Remonta por las venas
Hasta abrirse en la piel,
Surtidores de sueño
Hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
Una mirada fugaz entre las sombras,
Bastan para que el cuerpo se abra en dos,
Ávido de recibir en sí mismo
Otro cuerpo que sueñe;
Mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
Iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque solo sea una esperanza,
Porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.

viernes, 6 de junio de 2014

Estarás bien.

+Querías hablar conmigo, así que habla
- Eres lo único que me importa. Sé que ahora no puedes entenderlo
+ Me utilizaste.
- Debiste saber que todo lo que hice fue por ti.
+ Cállate ya. Tuve que arreglármelas yo sola. ¿Hablas enserio? 
- Mira la mujer que eres ahora.
+ No sabes nada sobre mí. ¿La mujer que soy ahora? No me fío de nadie, no me abro con nadie, nunca veo el lado bueno en nadie.. ¿Y sabes qué es lo peor? Cuando volviste, intenté ver tu lado bueno, y me equivoqué... Otra vez. Mentías, no has cambiado en nada, y nunca cambiarás.

martes, 3 de junio de 2014

Así son. JAG

Su profesión se sabe es muy antigua, y ha perdurado hasta ahora sin variar, a través de los siglos y las civilizaciones. No conocen vergüenza ni reposo, se empeñan en su oficio a pesar de las críticas, unas veces cantando, otras sufriendo el odio y la persecución, mas casi siempre bajo tolerancia.

Platón no les dio sitio en su República.

Creen en el amor a pesar de sus muchas corrupciones y vicios. Suelen mitificar bastante la niñez y poseen medallones o retratos que miran en silencio cuando se ponen tristes. Ah, curiosas personas que en ocasones yacen en lechos lujosísimos y enormes, pero que no desdeñan revolcarse en los sucios jergones de la concupiscencia sólo por un capricho.

Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.

Difícilmente llegan a reunir dinero, la previsión no es su característica y se van marchitando poco a poco, de un modo algo ridículo, si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues, los poetas, las viejas prostitutas de la Historia.