Somos libres, somos personas y simplemente hay veces que nos salimos de la autopista para coger una vía secundaria que nos devuelva al sitio de donde hemos venido.
Dejé de entender todo con ese vocabulario ilícito y horrible. La vida es así. Tengo que pintarme una sonrisa como terapia para ir acostumbrándome a lo que tengo que hacer. Tengo que empezar de cero, y ser feliz. Dejé el tratamiento psiquiátrico, ese que tanto odiaba.
Mis huellas tienen hoy la quemadura de los sueños vacíos.