jueves, 19 de diciembre de 2013

Teñidme.

Invierno. 19 de diciembre. 2013. Principio del día y fin de mes y año. 
Teñiría de colores azules estos últimos días, ese sabor dulce y frío que dejaban las fiestas. Primordialmente se acordaba del frío que estaba pasando cuando notaba el calor de su gato, a pesar de que sus pies helados intentaran llamar su atención desde hacía un rato. 
Ella era de Luna, o al menos eso decía su madre. Era de luna porque cambiaba en función de cómo menguara aquella noche. Esta vez, lucía en el cielo,grande, redonda y amarilla, destacando ese toque elegante que degrada el color dorado.
Vaya tarde. Vaya despedida. De todo se aprende, y de ésta había aprendido. A veces se cierra una puerta para abrirse otra, y cuando no, me empeño en abrir un agujero en el tejado por donde entre la claridad. A veces se encuentran personas que saben transmitirte sentimientos, y ella lo había conseguido: no había despertado sentimientos, le había enseñado a sentir leyendo en un lenguaje universal. Siempre hizo hincapié en evitar los finales maricones y echarle dos huevos con un forte. 
Hoy se sentía desnuda.