domingo, 10 de marzo de 2013

Cadencia perfecta.

Tenía fluidez a la hora de expresar todo lo que pensaba. Alguna que otra vez le había dicho que en eso parecía un político, aunque nunca iba enserio. Poseía un vocabulario amplio, rico, culto, colorido. Era el Magno de su época, el Cervantes del siglo xxi; a su lado Machado utilizaba expresiones propias de un colegial. Trataba el lenguaje como nadie, y la cultura por lo general. Resolvía cualquier problema, duda, o pensamiento con facilidad, tocando a la sensible, como si de una cadencia perfecta se tratara.