viernes, 25 de marzo de 2016

El sueño.

Un cabello rubio en tu pecho,
y el negro azabache, entre mis dedos.
El cráneo en la rodilla
y las horas de sueño que te debo.

Los susurros, los abrazos,
las preguntas que pululan por el aire.
El humo que sale de tu boca
y el olor a dulce y cuero.

Los ojos hambrientos en busca de
una mente hecha a medida.
Las manos cálidas que aprovechan el menor descuido
para rozar el tacto frío. El silencio que grita.

Nos miramos. Es nuestro momento de retiro.
La desconexión del mundo que nos devora.
Tú y yo, perdidos para encontrarnos.